Os
presentamos a Nus, un Gos D'Atura de 8 años al que recogimos el día que
su anterior dueño había decidido llevarlo a sacrificar porque era "mayor" ( un perro puede vivir 16-18 años!!!!) y parece ser que ya era un estorbo para ellos.... (eso no lo dijeron, claro)
Por su aspecto en la foto de pelo largo podéis ver lo "bien" atendido y cuidado que ha estaba. Hubo que raparle entero porque no había parte de su cuerpo que no tuviera nudos.
Es un amor de perro, listo, educado y hasta sabe dar su patita.
Sabemos que en su día un coche lo atropelló (afortunadamente logró recuperarse) y que ha sido un perro que no ha estado atendido ni cuidado. Aún así es muy cariñoso y no muestra ningún rencor hacia el ser humano.
Por su aspecto en la foto de pelo largo podéis ver lo "bien" atendido y cuidado que ha estaba. Hubo que raparle entero porque no había parte de su cuerpo que no tuviera nudos.
Es un amor de perro, listo, educado y hasta sabe dar su patita.
Sabemos que en su día un coche lo atropelló (afortunadamente logró recuperarse) y que ha sido un perro que no ha estado atendido ni cuidado. Aún así es muy cariñoso y no muestra ningún rencor hacia el ser humano.
Se
nos parte el corazón al pensar que, un perro que aún le queda tanta
vida por delante, querían matarlo! No le tembló la voz a ese "ser"
cuando dijo que el perro ese día no volvía a su casa.
Nus necesita encontrar un hogar definitivo donde volver a empezar y aprender que la vida es mucho más bonita y bella de lo que ha conocido en estos 8 años.
Se entrega con contrato de adopción,pre/post seguimiento, con microchip, vacunado y castrado.
Nus necesita encontrar un hogar definitivo donde volver a empezar y aprender que la vida es mucho más bonita y bella de lo que ha conocido en estos 8 años.
Se entrega con contrato de adopción,pre/post seguimiento, con microchip, vacunado y castrado.
(ESCRITO REALIZADO POR EL ADOPTANTE DE NUESTRO “NUS” )
ResponderEliminarCARTA ABIERTA A MIGUEL SANCHEZ JIMÉNEZ, DE UNA LOCALIDAD DE TOLEDO
Tengo el inmenso placer de no conocerte. Soy quien tiene la fortuna de tener al perro que tu maltrataste a lo largo de siete años y te tuteo, no por confianza, sino porque el tratamiento de usted es de un respeto, que no te mereces.
Quiero decirte públicamente que seres como tu perjudican gravemente a la sociedad. Tener un perro no es obligatorio, y por tanto, si lo tienes lo debes tener como se merece un ser vivo, con sentimientos, afectos y derechos. No es menos cierto que te hablo de cosas que tú nunca llegarás a entender porque no los conoces.
Hemos decidido cambiarle el nombre a Nus para que nada nos recuerde tu existencia. Berg, como se llama ahora, es una maravilla de perro. Dulce, cariñoso, obediente y muy inteligente. Su único problema has sido tú. Tú, que te negaste a operarle las patas traseras cuando tuvo la desgracia de ser atropellado. ¿Imaginas el dolor que sintió mientras esos huesos se soldaron solos? ¿Imaginas cómo se tuvo que ingeniar para andar con los huesos rotos? Ahora camina distinto y su cadera nunca estará bien. Ya sé que eso no te importa, pero ten la seguridad de que en este mundo, todo se paga y algún día tú te encontrarás solo, sin asistencia y muerto de dolor.
Corre por ahí, no sé si será cierto, que tienes un hijo. Si lo es, pobrecito; cuando tenga edad para entenderlo, explícale lleno de orgullo, que tuviste a un perro para abandonarlo a su suerte y que cuando cumplió siete años lo llevaste al veterinario para que “lo durmiesen”, estúpido eufemismo que intenta disfrazar la palabra “muerte”, una muerte innecesaria e injusta.
Explícaselo bien, que entienda que los sentimientos, el amor y el cariño por los animales es un lastre que, los individuos sin alma, como tú, no pueden soportar.
Ser hombre no consiste, en “vestirse por los pies”. Ser hombre es hacer frente a las responsabilidades que se adquieren libremente, tener sentimientos y dignidad. Pero, perdona, te estoy hablando de cosas que desconoces.
Sólo una alegría nos ha traído tu existencia: nos ha permitirnos rescatar a un ser indefenso, y maravilloso, que Dios te puso en las manos y tú sólo has sabido maltratar.
Repito: me alegro de no haberte conocido y lo que lamento es que puedas, impunemente, seguir contaminando a nuestra sociedad